Hay días en los que la única manera de no romper nada… es desaparecer un rato. Una reflexión sobre la soledad como refugio, no como castigo.
Necesito estar sola: cuando sentirse como Eduardo Manos Tijeras es la única salida
Hay días en los que me siento como Eduardo Manos Tijeras.
Sí, el del pelo despeinado, los ojos tristes y las manos que cortaban sin querer.
No es que esté triste.
No es que no quiera a nadie.
Es que a veces el mundo me duele en la piel. Me pesa en los hombros. Me grita demasiado fuerte.
Y entonces solo quiero una cosa: silencio.
Un espacio sin preguntas, sin expectativas, sin necesidad de explicar por qué hoy me tiembla el alma.
La soledad no es castigo: es refugio
Desde fuera, puede parecer que me encierro. Que me alejo. Que desaparezco.
Pero por dentro, lo que realmente estoy haciendo es sostenerme.
Eduardo no vivía en ese castillo porque odiara al mundo. Lo hacía porque lo amaba demasiado y no sabía cómo estar sin herirlo. Porque sus manos, hechas para crear belleza, también podían cortar. Porque amaba con tanta intensidad que a veces le dolía respirar cerca de otros.
¿Te ha pasado eso alguna vez?
Cuando dar se vuelve demasiado
A veces, dar duele.
Duele porque no queda nada dentro. Porque nos hemos vaciado, día tras día, hasta convertirnos en eco.
Y cuando eso pasa, no hay abrazo, ni palabra, ni gesto que nos devuelva la paz…
solo una cosa funciona:
volver a nosotras.
Apagar el mundo.
Bajar el volumen de todo.
Subir al castillo (aunque sea mental) y mirar el cielo en silencio.
No estás rota, solo eres distinta
Durante mucho tiempo pensé que algo en mí no funcionaba bien.
¿Por qué no podía con todo como las demás?
¿Por qué necesitaba tanto silencio?
¿Por qué sentía que amaba raro, a distancia, con manos que no siempre sabían sostener?
Y luego lo entendí: no estoy rota. Solo soy distinta.
Y mi forma de querer también vale, aunque sea más silenciosa. Aunque a veces solo pueda querer desde lejos.
Si hoy necesitas estar sola… está bien
Este post es para ti, que estás leyendo con un nudo en el pecho.
Para ti, que hoy no tienes palabras.
Para ti, que te escondes un ratito para no romper nada.
Para ti, que sientes que no encajas, que estás cansada, que tu forma de amar no es suficiente.
No estás sola.
Y si hoy lo único que puedes hacer es cerrar la puerta y quedarte contigo, hazlo.
🌫️ La soledad no es huida. Es volver a ti.
📌 ¿Te has sentido alguna vez como Eduardo Manos Tijeras?
¿Como si lo más seguro fuera amar desde lejos?
Déjame un comentario. Un emoji. Un suspiro.
Te leo. Con las manos abiertas. Sin tijeras. 🖤